Fernando Rubiera Morollón coordina el Laboratorio de Análisis Económico Regional de la Universidad de Oviedo (REGIOLab), un centro de investigación económica que trabaja en colaboración con prestigiosas universidades y observatorios internacionales. En un momento histórico marcado por la profunda crisis económica el profesor titular de Estructura de la Universidad de Oviedo defiende la apuesta clara por la I+D+i como principal vía de salida de la crisis y el papel protagonista que la Universidad asturiana ha de afrontar en esa estrategia.
Feranndo Rubiera desde la terraza el REGIOlab |
(Pregunta) ¿Qué labor desarrolla el Laboratorio de
Análisis Económico Regional?
(Respuesta) un centro de investigación en ciencias sociales
dedicado al análisis de aspectos de Economía Urbana y Regional. Dentro del
laboratorio se desarrollan proyectos de investigación financiados por el plan
nacional de I+D+i así como otras instituciones en cuyo marco se están
realizando varias tesis doctorales.
Aspiramos, también, a contribuir socialmente divulgando
los conocimientos que se generan en REGIOlab así como colaborando y asesorando
a instituciones y empresas de nuestra región. Para lo segundo realizamos
contratos de investigación e informes específicos a empresas e instituciones y
para la función puramente divulgadora cada mes realizamos un informe que
denominamos “Observatorio Regional REGIOlab” que se difunde en prensa y medios
gracias a lo que vamos transmitiendo conclusiones interesantes para Asturias y
derivadas de nuestra investigación. Todos los informes realizados hasta el
momento están disponibles en la web del laboratorio: http://www.uniovi.net/regiolab
(P) Los análisis sobre las causas y las posibles
salidas a la crisis económica son innumerables. ¿Qué singularidades tiene esta
mala coyuntura en Asturias?
(R) Esta es una crisis global, una crisis que arranca desde
el sistema financiero, que luego se convierte en una crisis económica real que
impacta sobre el mercado de trabajo, en algunos países -como España- de modo
dramático, y que ahora se esta alargando indefinidamente en Europa ante la
incapacidad de la Unión Europea de poner en marcha los instrumentos para salir
del estancamiento. Al mismo tiempo se están revelando cambios en el orden
económico internacional con la fuerte emergencia de los países asiáticos,
especialmente China, y el declive económico de Europa. Todo ello lleva a
cuestionarse el modelo de Estado de Bienestar construido con tanto esfuerzo en
Europa. Eso es lo que la hace tan compleja. No se trata de una sola crisis sino
una oleada de crisis que se van superponiendo y que nos están haciendo estar en
un clima de recesión-estancamiento desde hace tres años.
Cada país o región puede añadir a este marco global sus
problemas particulares. Es evidente que España, con una economía que creció
sobre la base de la especulación inmobiliaria casi toda la primera década del
presente siglo y un modelo de desarrollo basado en actividades de bajo valor
añadido, añade particularidades que hacen la situación mucho más compleja.
La situación de Asturias no es tan negativa como la de
otras regiones españolas. Con todo en estos momentos de crisis evidenciamos el
envejecimiento de nuestra región y la baja competitividad internacional de
muchas de nuestras empresas.
(P) ¿Cuál sería a su juicio la ‘receta’
específica para que el Principado remonte esta mala situación?
(R) La región requiere una apuesta decidida por la
Investigación y Desarrollo científico y tecnológico y por la mejora del capital
humano y la productividad laboral. Mucho más importante que invertir infraestructuras
o grandes obras públicas, que seguramente no tendrán cabida en el futuro y que
no han sido una buena decisión del pasado, ahora lo necesario es poner todo el
esfuerzo en impulsar la I+D y conectarla con el tejido empresarial regional. Es
importante también potenciar la internacionalización de nuestras firmas. En
este aspecto ha habido grandes progresos en los últimos años que no deberían
perderse. Por último, la comprensión de los fenómenos económicos que ocurren en
las grandes ciudades que alcanzamos en centros como nuestro laboratorio nos
hace ver lo importante que es gestionar eficientemente un gran recurso que
poseemos dentro de Asturias: la gran ciudad central que realmente existe y que
sin embargo se ignora desde la acción política. Es urgente integrar y gestionar
unitariamente el área central de la región así como diseñar un mapa territorial
administrativo más coherente con la realidad económica y más eficiente.
(P) ¿Se puede ser riguroso a la hora hablar de
plazos para que se inicie la recuperación?
(R) Se puede asegurar que la verdadera recuperación aún esta
lejana. Lamentablemente todo nos indica que aún queda un ajuste importante por
realizar en España y ha fecha de hoy la UE sigue sin tomar las decisiones
políticas que permitirían tener una recuperación más rápida. En todo caso
dependemos mucho de lo que ocurra en otras economías. Desde el punto de vista
de Asturias la recuperación a corto y medio plazo depende de la evolución
internacional, y especialmente en el gran motor europeo: Alemania, además de
España. Otra cosa es la recuperación de largo plazo que dependerá de cuanto
logremos mejorar nuestro capital humano y nuestro sistema regional de I+D+i.
(P) ¿Qué papel ha de jugar la Universidad de
Oviedo en esa salida de la crisis?
(R) Fundamental. Es la institución clave en la medida de que
es la principal institución generadora de conocimiento, ciencia y tecnología
así como por su función formativa. La recuperación firme a largo plazo pasa
decisivamente por la propia Universidad de Oviedo. Otra cosa es la salida en el
corto plazo que depende, como decía antes, más de factores internacionales así
como nacionales y de la capacidad de exportación y competitividad internacional
de nuestras firmas. La Universidad también tiene que librar esa batalla de
exportación, como si de una empresa más se tratase, atrayendo estudiantes
internacionales especialmente en ciclos superiores. Esto debe ser comprendido
por los dirigentes políticos que deberían de apoyar los proyectos de I+D
liderados desde la Universidad de Oviedo así como los programas de master o
doctorado que han logrado ser competitivos internacionalmente.
(P) El laboratorio tiene en marcha un proyecto
sobre el impacto y la evolución de los emprendedores en la región, ¿cuáles son
de momento las principales conclusiones o datos recabados?
(R) Estamos intentando comprender que parte del autoempleo
puede ser realmente considerado como emprendedor. Cuando existen altos niveles
de desempleo la gente se mueve y crea empresas para dar una salida a su
situación personal. Sin embargo pocas de esas empresas son realmente
emprendedoras. Pero saber si una empresa es emprendedora o no es sencillo.
Alguien que pone un bar o un restaurante no parece ser un emprendedor porque es
una actividad de bajo valor añadido y cuando pensamos en los emprendedores
imaginamos ideas basadas en nuevos conocimientos tecnológicos, informáticos o
científicos. Pero hay empresarios de la hostelería en Asturias que crean
conceptos nuevos de restauración y que pueden/deben ser plenamente considerados
como emprendedores.
(P) ¿Cuáles son a su juicio las asignaturas
pendientes de la Universidad para con los jóvenes empresarios?
(R) En mi opinión fundamentalmente una: que la Universidad
genere con frecuencia spin-off relevantes y exitosas. Todas las grandes
universidades del mundo tienen como uno de sus outputs principales un gran
número de spin-off al año. Una spin-off es una empresa que surge desde la
propia universidad. Un descubrimiento científico o tecnológico, organizativo o
metodológico se convierte en una empresa que en muchas ocasiones pasa a ser una
importante compañía. Estas spin-off son fuente de financiación de la
universidad, ingresos extra para científicos y profesores, muy mal pagados en
España, y tejido empresarial creador de valor añadido y empleo en la región.
Este papel es fundamental que se ponga en marcha en
Asturias. No sólo es tarea de la Universidad, los empresarios deberían estar
atentos a lo que surge en los laboratorios de nuestra institución y financiar,
colaborar en los proyectos que consideren que pueden ser exitosos. Se habla
mucho de que la universidad esta de espaldas a la sociedad pero en España lo
cierto es que la sociedad esta de espaldas a la ciencia y a las universidades
casi con la misma frecuencia.
(P) REGIOlab ha potenciado a los jóvenes
investigadores y ha buscado la conexión con grupos internacionales ¿Qué
proyectos tienen fuera de nuestras fronteras?
Profesor Geoffrey Hewings en su última visita al REGIOlab |
(R) Todo centro de investigación que se precie debe buscar la
internacionalización. La ciencia, y en eso no importa que sea Física, Química o
Ciencias Sociales, se hace internacionalmente.
Desde esa premisa REGIOlab tiene múltiples relaciones
internacionales. La más fuerte es nuestra vinculación con el REAL – Regional
Economics Aplications Laboratory de la Universidad de Illinois (Chicago). Este
es uno de los centros de Economía Regional más prestigiosos del mundo dirigido
por el Profesor Hewings. Casi todos nuestros investigadores han hecho una
estancia en el REAL y el propio Hewings nos visita todos los años y colabora en
varios de nuestros proyectos. Colaboramos también con otros cetros como el
INRS-UCS de Montreal, la Universidad de Groningen, la Universidad de Bolonia… Y
no descuidamos la red de relaciones con centros similares al nuestro en España:
el IDEGA de Galicia, el grupo en Econometría Espacial de Badajoz, la
Universidad de Zaragoza, el Banco de España…
(P) El Campus de Excelencia Internacional ha
potenciado la relación con la empresa a través de su agregación estratégica,
¿cuáles serían a su juicio los mecanismos adecuados para potenciar y mejorar
esa relación?
Imagen del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Oviedo |
(R) Se necesita hacer una apuesta más decidida y comprometida
con la I+D+i que se traduzca en más fondos para investigación. Una vez que esa
partida creciente exista se puede exiguir una vinculación de la investigación
con el tejido empresarial local-regional creando programas que apoyen aspectos
como el desarrollo de Spin-off o la puesta en marcha de programas conjuntso
empresa-universidad.
Al margen de esta apuesta más decidida desde otras
esperas políticas superiores en el Campus se esta haciendo un gran papel de
coordinación de la capacidad investigadora de la Universidad de Oviedo junto
con promoción social y empresarial de la misma. Seguir esa línea acabará
generando resultados. En mi opinión es importante que el Campus de Excelencia
no se limite a un sector o un campo científico y que reúna fundamentalmente a
los grupos y proyectos que puedan recibir la etiqueta de excelencia científica
y tecnológica, con independencia de que sean de investigación en ingenierías,
ciencias de la salud, ciencias naturales o ciencias sociales.
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