01.- El relato político-técnico del Proyecto Asturias

La tensión entre los contenidos (técnicos) y su implementación (Política) “define y delimita” el Proyecto Asturias: Plan de Proyectos. El Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la Ciudad Región (C-R). El proyecto político-técnico encaja en el Objetivo 11 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo: “Ciudades y comunidades sostenibles”, mediante la investigación, la innovación territorial y la gobernabilidad (actualmente, vía convenios entre administraciones).
Los antecedentes del Proyecto han estado en todos los foros de debate desde la segunda mitad del siglo XX. Pero ante la pérdida de posiciones, y posicionamiento, de Asturias en el conjunto estatal y europeo debemos preguntarnos en qué se ha fallado y construir un relato positivo. ¿Ha faltado un Proyecto sugerente? ¿Por qué no ha sido posible llegar a un  acuerdo entre las fuerzas económicas, sociales y políticas? ¿Han faltado los objetivos y/o líneas estratégicas? ¿El frentismo de las fuerzas políticas de la región lo ha impedido? ¿O, más bien, los localismos de los concejos? ¿No se ha sacado partido a la Comunidad Autónoma, pareciendo que no ha pasado de actuar como Diputación? ¿Ha faltado el liderazgo de la capital, Oviedo? ¿O han influido negativamente las dinámicas particulares de los concejos funcionando al margen del resto, como en el caso de Gijón? ¿No se ha encontrado un mínimo común entre todos los concejos? ¿Ha sido Asturias rehén de su memoria reciente? ¿No se ha sabido decidir sobre qué modelo territorial anclar el futuro de Asturias, modelo integrador de lo económico, lo social y lo identitario? ¿Acaso han faltado liderazgos potentes?...Muchas son las preguntas;  se apunta una decena de respuestas constructivas. 
01.1. El Pacto político. Se necesita generar riqueza y, por lo tanto, empleo. No hay tiempo, lo peor es la inacción. Por eso hay que poner en valor cualquier activo de la región, y que mejor que su propio territorio (capital fijo). Para ello es necesario un pacto entre todos los agentes implicados: económicos, sociales, culturales y políticos. Pero el pacto también debe ser intergeneracional, pues hay que afrontar el problema demográfico, acordar un nuevo contrato social y convertirlo en una oportunidad para mantener la población. Frente a disputas cainitas, construcción de un futuro pactado.
01.2. El objeto. Asturias. El territorio asturiano, obviamente, está en permanente transformación, especialmente notoria en el Área Central, donde confluyen buena parte de las migraciones de las alas.  Resulta imprescindible y urgente encauzar los cambios en la demanda residencial, poniendo en valor las áreas estratégicas de esa Área Central y regenerando las obsoletas. Tenemos que construir la ciudad del siglo XXI (región metropolitana) cuando aún no hemos rematado la del XX (en mancha de aceite). El fenómeno, también, en las villas fuera del Área Central: el Proyecto Asturias: Plan de Proyectos implica al territorio asturiano y a su engarce en España y Europa. 
01.3. Los objetivos. Los objetivos son muchos: uno sustantivos y otros derivados.  Unos generales, como la regeneración ambiental, la cohesión social y el equilibrio territorial. otros específicos, como buscar la funcionalidad del conjunto, evitar las deseconomías, mejorar la calidad de vida, evitar la competencia entre concejos, conformar la suficiente masa crítica para optar a ayudas europeas (para la transición energética y para la conformación del área metropolitana), concretar las señas de identidad de los derechos de cuarta generación (ambientales, “infoestructurales”, de género y de participación ciudadana), etc. Compartir objetivos sembrando optimismo.
01.4. El papel de las administraciones públicas. El instrumento operativo fundamental. El sector público debe ser “hasta promotor” en un cuerpo social poco dinámico, activando los recursos y repercutiendo en el conjunto (dado el interés social que se les supone) de las plusvalías que generen las grandes operaciones urbanísticas. Controlando los procesos de transformación sin “reventar la ciudad”. Apoyando la iniciativa mixta o privada, interviniendo estratégicamente en las ciudades y en las nuevas centralidades bajo el prisma de la ciudad-región.
01.5. El área metropolitana como motor. El conjunto regional, la región metropolitana, (centro y alas: oriente y occidente norte y sur) no funcionará sin el efecto tractor del área metropolitana central policéntrica, (Oviedo, como capital;   Gijón y Avilés, y sus entornos,  por su dinámica económica; sin menospreciar las comarcas mineras),  donde se concentra el 80% de la población, que es heredera de la ciudad no construida (no ordenada) del siglo XX, y que cuenta con la masa crítica para conformarse como metrópoli, según parámetros europeos.. Actuar en el centro irradia e incidirá en Asturias; su cuerpo social tiene el corazón en el AMCA.
01.6. Las periferias. El Proyecto debe consolidar y generar diferentes centralidades en red, facilitando la generación de espacios públicos y la movilidad y reduciendo los costes de congestión derivados de los crecimientos desordenados. Regeneración interior aparte, es preciso actuar en las periferias de las ciudades centrales (aureolas, entornos y/o comarcas), pero también en las periferias alejadas, a su vez con sus villas centrales, motores de cambio positivo a su escala.
01.7. Los espacios públicos. En la red de espacios públicos está una de las claves para conformar la gran ciudad metropolitana. Pero no entendidos como dotaciones urbanísticas ni como espacios vacantes en expectativa de edificación dentro de cada término municipal. El relato y la práctica consiguiente deben cambiar la mirada sobre ellos para conceptuarlos como espacios accesibles, compartidos, concertados, complemento imprescindible de los espacios edificados para una mejora sustancial de la calidad de vida en los ámbitos urbanos.
01.8. Los proyectos posibles. El Plan de Proyectos debe consensuarse. Pero hay que evitar bloqueos, es preciso “actuar ya” seleccionando proyectos factibles pero ambiciosos, que tengan efecto de arrastre y que sirvan para cambiar en positivo la imagen interna y externa de Asturias. Reiteramos el listado en torno al que realizar la selección y concretar: Patrimonio Natural y Cultural; Espacios Libres y Medio Rural; Campus universitarios; ZALIA y Parques de la Ciencia, Tecnológicos e Industriales; Comarcas Mineras; Áreas de Oportunidad de Oviedo, Gijón y Avilés; Espacios Residenciales, especialmente aquellos a rehabilitar, regenerar y renovar; Accesibilidad, Movilidad y Transporte Público (sobre todo los ferrocarriles de cercanías) y un largo etc. 
01.9. La gobernabilidad. Solo hace falta voluntad política. Se cuenta con legislación que ampara los proyectos (y algunos planes ya elaborados o en fase de concreción). Hay un Convenio marco para impulsar la cooperación entre cinco de los seis mayores concejos que puede intervenir en la selección inicial de proyectos al tiempo que activa sus estructuras (Conferencia Metropolitana, Comité Técnico, Consejo Estratégico). El relato positivo se construye actuando.
01.10. El estado de derecho. ¿Hace falta cambiar la legislación? Es evidente que un Plan de Proyectos, como el que se defiende, supone la modificación  y  adecuación del marco jurídico actual tanto de las leyes y reglamentos del suelo como de los planeamientos que lo implementan. Empezando por las DROT1991, el PORNA y los planeamientos urbanísticos (con PGO aprobados o en revisión). No obstante, muchos de los proyectos son sectoriales y, por tanto, pueden desarrollarse sin cambios normativos previos. Entraríamos en la cooperación interadministrativa.
Diálogo, negociación y acuerdo entre los agentes implicados: he ahí la clave del relato para impulsar un plan con incidencia en todo el territorio asturiano. Aunque se empiece por el motor (el AMCA), “Todos los concejos ganan, ninguno pierde”. Aunque el relato se refuerce con la necesidad inmediata de captar fondos para áreas metropolitanas y transición energética. El reto de Asturias para el siglo XXI está en sumarse al grupo de los que más avanzan en el mundo global competitivo: las regiones metropolitanas policéntricas con gobernanza articulada.

Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

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