No planteo la pregunta que da título a esta columna con la intención de responderla. En realidad la planteo para trasladar al lector una preocupación que me surge cada vez que reviso los datos económicos de Gijón. El desempleo se ha situado ligeramente por encima de la media regional –aunque en los últimos meses haya entrado en la dinámica general de creación de empleo también lo ha hecho a un ritmo menor que la media regional–, hemos asistido a fuertes ajustes de plantillas en muchas empresas y cierres de algunas de gran relevancia en la economía local y, por si fuera poco, las cifras de desigualdad han aumentado significativamente y el porcentaje de población con riesgo de pobreza ha crecido más rápido que en otros municipios. Desde luego hay zonas en Asturias con peores indicadores que los que muestra Gijón, pero Gijón es la ciudad más grande del Principado que tradicionalmente ha liderado el crecimiento de la región. El hecho de que ahora no lo este haciendo y que, a veces, se situé a la cola me lleva a expresar una preocupación en forma de pregunta: ¿qué le pasa a Gijón?
Complejo logístico e Industrial de Zalia |
Lo que resulta más extraño es que se llega a esta situación a pesar de que durante las últimas décadas se han hecho las cosas bien, en algunos aspectos ejemplarmente bien. Fruto de su esfuerzo inversor Gijón tiene dos espacios –situados al Oeste y Este de la ciudad– que pueden ser potentes motores de desarrollo. Por el Oeste Gijón se ha dotado de un puerto impresionante, la fachada marítima del Principado. Ha habido críticas sobre el coste excesivo de esta infraestructura que, en buena medida, comparto. Pero, ya terminado, el puerto tiene un increíble potencial económico. Detrás se ha desarrollado un espacio industrial y logístico enorme: ZALIA. Juntos, puerto y ZALIA, pueden constituir un binomio muy potente. Al mismo tiempo, por el Este, existe otro binomio bien distinto que, para mí, es la gran joya de la ciudad: el Campus Universitario de Viesques más el Parque Científico y Tecnológico de Cabueñes. La Universidad de Oviedo ha ubicado, en un campus moderno y amplio, las Facultades y Departamentos de Ingeniería, uno de los campos en los que nuestra universidad es más competitiva internacionalmente. A su alrededor se están localizado empresas de servicios avanzados y tecnológicos y empiezan a florecer exitosos spin-off universitarios. Todo ello adornado con un edificio emblemático, La Laboral, y envuelto por el precioso Jardín Botánico, lo que hace de este espacio un conjunto urbanístico-empresarial único.
Ubicación y desarrollo futuro del Parque Científico y Tecnológico de Gijón |
Por otra parte, Gijón tiene pocas inversiones pendientes que sean urgentes y que pudieran estar frenando su crecimiento. Desde el punto de vista económico-empresarial solo veo dos asignaturas pendientes relevantes en la ciudad: la propia ampliación del Parque Científico y Tecnológico y la Estación Intermodal. Lo primero es, en realidad, un signo del éxito del propio Parque que se ha saturado poco tiempo después de su arranque, pero conviene afrontar su ampliación rápido para que pueda seguir creciendo. Lo segundo es una limitación infraestructural que me resulta difícil de entender. Para que una ciudad como Gijón sea competitiva necesita aprovechar las dinámicas que crean el tamaño de toda el área central de Asturias y para que eso empiece a ser una realidad un transporte público interurbano eficiente es esencial. Todo esfuerzo que se haga en este sentido aprovechando la excelente red ferroviaria de cercanías queda anulado cuando el tren que llega a Gijón se para casi fuera de la ciudad y no en su centro.
Pero al margen de esto, se puede concluir que en el pasado se han hecho las cosas básicamente bien en Gijón y, para el futuro, los esfuerzos pendientes son reducidos. Entonces de nuevo me surge la pregunta con creciente extrañeza: ¡¿qué le pasa a Gijón?!
Creo que la ciudad se encuentra atrapada en un punto de inflexión entre su pasado industrial, que se agota cada año que pasa, y un futuro basado en una industria avanzada y servicios intensivos en conocimiento que no acaba de desarrollarse. Si esta situación se prolonga mucho tiempo Gijón puede ahogarse antes de empezar a despegar. El mes pasado en esta misma columna llamaba la atención sobre la importancia de diseñar buenas estrategias locales/regionales. Advertía que nuestras ciudades, todas, necesitan políticos capaces de tener una idea clara del modelo de ciudad, de sus puntos fuertes y sus debilidades y marcar unos objetivos bien definidos alrededor de los que se integren todas las acciones. Creo que Gijón es muy buen ejemplo de la importancia de una buena estrategia local. Con las excepciones antes señaladas la ciudad ya no necesita más infraestructuras pero si necesita urgentemente integrar, en pro de unos objetivos bien definidos, todas las que posee. No es fácil desarrollar una economía local basada simultáneamente en la industria avanzada y los servicios tecnológicos. Hay que saber como integrar el ala Oeste, industrial, y el Este, tecnológico, para que ambas se complementen, retroalimenten y hagan a Gijón más atractiva a las inversiones privadas y más resistente a las crisis.
Las ciudades competidoras que se apoyan en modelos similares al que Gijón puede desarrollar son muchas y muy fuertes. La más próxima es Bilbao, con un puerto igualmente extraordinario pero mejor conectado internacionalmente y un sector tecnológico más consolidado que, además, cuenta con apoyo fuerte de gobiernos local y regional. Para atraer a Gijón inversiones hay que hacer las cosas muy bien. Hay que diseñar una estrategia que oriente e integre toda la actividad pública y privada y dé señales nacionales e internacionales muy solidas y continuadas.
Gijón necesita una estrategia muy bien pensada para desarrollar la industria avanzada y los servicios tecnológicos de modo simultaneo y orientar a su alrededor los fondos, europeos o nacionales, de de apoyo a la investigación, de impulso industrial, de reducción de las desigualdades y de desarrollo urbanístico. Y no se puede olvidar que Gijón es parte de un área metropolitana de dimensiones similares a las de Bilbao pero que tiene que lograr integrarse internamente. Gijón necesita a Oviedo, Avilés y al resto de Asturias tanto como el resto de Asturias necesita un Gijón fuerte que recupere su dinamismo empresarial y que sea motor, y nunca carga, de la región.
Publicado en la columna "El espacio de la Economía" de La Nueva España el 19 de abril de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario