Vivimos una época donde lo urgente se confunde con lo importante. En Asturias se solapan. Durante varias semanas se han ido desgranando propuestas del Proyecto Asturias: Plan de Proyectos. El Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la Ciudad Región (C-R), formulado al modo de las viejas sociedades de amigos del país o de los arbitristas. Se ha ido explicando el Proyecto en diez Escenarios, más un Prólogo, siendo éste el Epílogo. En la necesidad de actuar coinciden asociaciones de empresarios y de profesionales, grupos políticos, la prensa, etc. ¿Cuál es su relato?
Recapitulando. En España coexisten tres modelos territoriales: Comunidad Autónoma (nacionalidades, artículo 151 de la Constitución), además de nacionalidad el caso particular de las Diputaciones forales (territorios históricos y los conciertos) y regiones (artículo 143 de la Constitución). Asturias, per se, no responde a ninguno de los modelos, al ser histórica y uniprovincial. Como Diputación se acerca a la foral (historia del territorio disperso del norte de España y teniendo como referencia las parroquias), pero sin el cupo y no están claras las competencias como región (déficit constitucional). Cuarenta años de vigencia de la constitución nos obliga a innovar territorialmente, desde la situación actual: la Ciudad Región o Región Metropolitana.
10.1. Hay que dotar a Asturias de un “Proyecto” para el siglo XXI Asturias está presa de su memoria y de la inercia: son España y Madrid quienes “resuelven” sus problemas, con fondos estatales y europeos. Con una capacidad menguante como comunidad autónoma uniprovincial, subsidiaria de “Madrid” a la hora de tomar decisiones estratégicas, con un poblamiento histórico y unas estructuras político-administrativas desbordadas, pues ni la difusión urbana ni la despoblación reparan en los viejos linderos. Una región inadaptada a la coyuntura política, económica y ambiental.
10.2. Las ciudades, los concejos y la región serán el “capital” del Proyecto. Es necesario empezar el Proyecto por el centro (masa crítica) y que se expanda por las alas. Los concejos más potentes no tienen capacidad para avanzar solos, condicionados por las dependencias externas; estas son aún mayores en las “alas”, tanto el occidente costero (cuya industria depende de la coyuntura internacional), como el oriente (cuya especialización turística lo deja a merced de las dinámicas estatales) o el suroccidente (que pivota más claramente en torno al área central).
10.3. El Proyecto se arma con objetivos, estrategias y proyectos metropolitanos. La baja tasa de actividad, el “invierno demográfico”, la crisis y transición energética...El territorio hay que activarlo, regenerarlo, cohesionarlo, equilibrarlo y dotarlo de identidades modernas que conecten (visibilicen) Asturias en España y Europa. Los proyectos supramunicipales y deslizantes sin plan previo (1)Patrimonio Natural y Cultural; (2)Espacios Libres y Medio Rural; (3) Campus Universitarios; (4) ZALIA y Parques de la Ciencia, Tecnológicos e Industriales; (5) Integración de las Comarcas Mineras; (6) Áreas de oportunidad de la Capital (Antiguo HUCA, Fábrica de Armas…); (7) Espacios Estratégicos de Gijón (Solarón, Rinconín…); (8) Espacios Centrales de la Comarca Avilesina (Isla de la Innovación, Baldíos Industriales…); (9) Ámbitos Residenciales y de Servicios; (10) Infraestructuras y Accesibilidad.
10.4. La Diputación - en el Gobierno Regional- debe encontrar su escala. La falta de un modelo territorial hace que sea la Diputación quien sobresalga del resto. Hay que acabar con la mentalidad decimonónica de Diputación provincial: asistir a los ayuntamientos subsidiariamente, cubrir sus deficiencias presupuestarias y repartir sin un objetivo de región fondos estatales y europeos. También debe liderar proyectos que afectan a los concejos mayores y más dinámicos y sus comarcas: Actuar en el centro, en el motor, es dinamizar las alas. La innovación territorial –el Proyecto- debe ser la que potencie e implique al alma de la Comunidad autónoma del Gobierno Regional.
10.5, El Proyecto ayudará a desburocratizar las administraciones. Hay que pasar de una administración de resistencia a una propositiva. Se ahogan en la gestión diaria llegando al paroxismo burocrático que no permite ni conformar proyectos y menos implementarlos. Y si les queda alguna iniciativa es para proponer más leyes, normas y planes pensando que así se solucionan los problemas; en la práctica, aumentan la burocracia. Apostemos por los proyectos y su implementación con una gobernanza colaborativa formada por la Conferencia Metropolitana, Consejo Estratégico y Comité Técnico y que actúe en paralelo (que no a la vez) en el Gobierno del día a día.
10.6. Los concejos asumirán compartir (ceder) competencias con el Proyecto Asturias. Todo el mundo entiende (valora) que hay que ceder competencias (o compartir) con la Comunidad Europea pero no es el caso para las gobiernos autónomos con los concejos. Los concejos son muy diversos en tamaño, situación, población, actividades y potenciales: no cabe un tratamiento homogéneo. Pero casi siempre la gestión municipal se centra en cada concejo, cuando sus límites tienen más de siglo y medio. Por eso el Proyecto Asturias insiste en la geografía variable a la hora de abordar el Plan de Proyectos y en una nueva Gobernanza que se ajuste al nuevo modelo territorial.
10.7. El Proyecto cuenta con el apoyo de las fuerzas económicas, sindicales y políticas. Las Cámaras, FADE, sindicatos, colegios profesionales, partidos políticos…,se han posicionado a favor del Proyecto. Son los agentes económicos los más interesados por la consideración de Asturias como una gran ciudad, un único espacio fiscal... Además, sería la fórmula idónea para que los concejos no compitiesen entre ellos a la baja. Pero, también, deben dotar de contenido sus reivindicaciones, identificando, explorando y apostando por proyectos (dentro del Proyecto general) para Asturias que tengan efectos sinérgicos.
10.8. Los proyectos y su implementación ayudarán a articular a la sociedad civil. Una población con estructura envejecida tiende a acomodarse en la mera subsistencia. Pero demanda calidad de vida, atesora señas de identidad, es memoria de tiempos mejores, sufre el exilio económico de la población joven… Las organizaciones sociales y culturales deben pasar también de la reivindicación a la proposición de acciones que encajen en un proyecto para Asturias, participar en la “reconstrucción” de la región (no solo la conservación del patrimonio social y cultural), ser proactivas…
10.9. La innovación territorial está ligada a la productiva y educativa. Innovación territorial y productiva son inseparables. La escasez de iniciativas emprendedoras viene achacándose en Asturias primero a su dependencia de la gran empresa estatal y al peso en la economía de las transferencias (en forma de fondos de todo tipo). El entorno empresarial sin duda tiene que ver, pero también la falta de un enfoque decidido en la región por una formación que abunde en esa línea, desde la profesional hasta la universitaria; y esta última no puede estar en una burbuja, debe transferir innovación al cuerpo social que la sostiene.
10.10. El Proyecto - nuevo modelo territorial- necesita una financiación ad hoc. Es necesario hacer valer las diferencias de Asturias ante la modificación de la financiación autonómica y para optar a los fondos europeos de transición energética. Asturias ha sido eficaz en la captación de fondos europeos, aunque sus efectos hubiesen sido mucho mejores si se contase con un Proyecto regional. Mucho menos lo fue en la aplicación de los fondos de reconversión y en los fondos mineros.
En fin, la sociedad asturiana está secuestrada, amedrentada y atenazada por el miedo, la incertidumbre y el escepticismo ante el presente y el futuro. Un Proyecto del Área Central y de Región Metropolitana es de interés colectivo, beneficia a todos los pilares que la sustentan. Hay que recuperar la confianza en las propias capacidades. Compartir un Proyecto para Asturias con la colaboración de todos los ciudadanos. Se necesita el liderazgo del Presidente contando con la cooperación de la Junta, de los poderes locales, económicos, sindicales, sociales y políticos….¿Quid pro quo?
Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)