10.- Epílogo: Asturias necesita imperiosamente un proyecto para renacer

Vivimos una época donde lo urgente se confunde con lo importante. En Asturias se solapan. Durante varias semanas se han ido desgranando propuestas del Proyecto AsturiasPlan de Proyectos. El Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la Ciudad Región (C-R), formulado al modo de las viejas sociedades de amigos del país o de los arbitristas. Se ha ido explicando el Proyecto en diez Escenarios, más un Prólogo, siendo éste el Epílogo. En la necesidad de actuar coinciden asociaciones de empresarios y de profesionales, grupos políticos, la prensa, etc. ¿Cuál es su relato?
Recapitulando. En España coexisten tres modelos territoriales: Comunidad Autónoma (nacionalidades,  artículo 151 de la Constitución), además de nacionalidad el caso particular de las    Diputaciones forales (territorios históricos y  los conciertos) y regiones (artículo 143 de la Constitución). Asturias, per se, no responde a ninguno de los modelos, al ser histórica y uniprovincial. Como Diputación se acerca a la foral (historia del territorio disperso del norte de España y teniendo como referencia las parroquias), pero sin el cupo y no están claras las competencias como región (déficit constitucional). Cuarenta años de vigencia de la constitución nos obliga a  innovar territorialmente, desde la situación actual: la Ciudad Región o Región Metropolitana.
10.1. Hay que dotar a Asturias de un “Proyecto” para el siglo XXI Asturias está presa de su memoria y de la inercia: son España y Madrid quienes “resuelven” sus problemas, con fondos estatales y europeos. Con una capacidad menguante como comunidad autónoma uniprovincial, subsidiaria de “Madrid” a la hora de tomar decisiones estratégicas, con un poblamiento histórico y unas estructuras político-administrativas desbordadas, pues ni la difusión urbana ni la despoblación reparan en los viejos linderos. Una región inadaptada a la coyuntura política, económica y ambiental. 
10.2. Las  ciudades, los concejos  y la región serán el “capital” del Proyecto. Es necesario  empezar el Proyecto por el centro (masa crítica)  y que se expanda por las alasLos concejos más potentes no tienen capacidad para avanzar solos,  condicionados por las dependencias externas; estas son aún mayores en las “alas”, tanto el occidente costero (cuya industria depende de la coyuntura internacional), como el oriente (cuya especialización turística lo deja a merced de las dinámicas estatales) o el suroccidente (que pivota más claramente en torno al área central). 
10.3. El Proyecto se arma con  objetivos, estrategias  y  proyectos metropolitanos. La baja tasa de actividad, el “invierno demográfico”, la crisis y transición energética...El territorio hay que  activarlo, regenerarlo, cohesionarlo, equilibrarlo y dotarlo de identidades modernas que conecten (visibilicen) Asturias en España y Europa. Los proyectos supramunicipales y deslizantes sin plan previo  (1)Patrimonio Natural y Cultural; (2)Espacios Libres y Medio Rural; (3) Campus Universitarios; (4) ZALIA y Parques de la Ciencia, Tecnológicos e Industriales; (5) Integración de las Comarcas Mineras; (6) Áreas de oportunidad de la Capital (Antiguo HUCA, Fábrica de Armas…); (7) Espacios Estratégicos de Gijón (Solarón, Rinconín…);  (8) Espacios Centrales de la Comarca Avilesina (Isla de la Innovación, Baldíos Industriales…); (9) Ámbitos Residenciales y de Servicios; (10) Infraestructuras y Accesibilidad.
10.4. La Diputación - en el Gobierno Regional-  debe encontrar su escala. La falta de un modelo territorial hace que sea  la Diputación quien sobresalga del resto. Hay que acabar con la mentalidad decimonónica de Diputación provincial: asistir a los ayuntamientos subsidiariamente, cubrir sus deficiencias presupuestarias y repartir sin un objetivo de región fondos estatales y europeos.  También debe liderar proyectos que afectan a los concejos mayores y más dinámicos y sus comarcas: Actuar en el centro, en el motor, es dinamizar las alas. La innovación territorial –el Proyecto- debe ser la que potencie e implique al alma de la Comunidad autónoma del  Gobierno Regional.
10.5, El Proyecto ayudará a desburocratizar las administraciones. Hay que pasar de una administración de  resistencia a una propositiva. Se ahogan en la gestión diaria llegando al paroxismo burocrático que no permite ni conformar proyectos y menos implementarlos. Y si les queda alguna iniciativa es  para proponer más leyes, normas y planes pensando que así se solucionan los problemas; en la práctica, aumentan la burocracia. Apostemos por los proyectos y su implementación con una gobernanza colaborativa formada por la Conferencia Metropolitana, Consejo Estratégico y Comité Técnico y que actúe en paralelo (que no a la vez) en el Gobierno del día a día.
10.6. Los concejos asumirán compartir (ceder)  competencias con el Proyecto Asturias. Todo el mundo entiende (valora) que hay que ceder competencias (o compartir) con la Comunidad Europea pero no es el caso para las gobiernos autónomos con los concejos. Los concejos son muy diversos en tamaño, situación, población, actividades y potenciales: no cabe un tratamiento homogéneo. Pero casi siempre la gestión municipal se centra en cada concejo, cuando sus límites tienen más de siglo y medio. Por eso el Proyecto Asturias insiste en la geografía variable a la hora de abordar el Plan de Proyectos y en una nueva Gobernanza que se ajuste al nuevo modelo territorial.
10.7. El Proyecto cuenta con el apoyo de las fuerzas económicas, sindicales y políticas. Las Cámaras, FADE, sindicatos, colegios profesionales, partidos políticos…,se han posicionado a favor del Proyecto. Son los agentes económicos los más interesados por la consideración de Asturias como una gran ciudad, un único espacio fiscal... Además, sería la fórmula idónea para que los concejos no compitiesen entre ellos a la baja. Pero, también, deben dotar de contenido sus reivindicaciones, identificando, explorando y apostando por proyectos (dentro del Proyecto general) para Asturias que tengan efectos sinérgicos. 
10.8. Los proyectos y su implementación ayudarán a articular a la  sociedad civil. Una población con estructura envejecida tiende a acomodarse en la mera subsistencia. Pero demanda calidad de vida, atesora señas de identidad, es memoria de tiempos mejores, sufre el exilio económico de la población joven… Las organizaciones sociales y culturales deben pasar también de la reivindicación a la proposición de acciones que encajen en un proyecto para Asturias, participar en la “reconstrucción” de la región (no solo la conservación del patrimonio social y cultural), ser proactivas…
10.9. La innovación territorial está ligada a  la productiva y educativa. Innovación territorial y productiva son inseparables. La escasez de iniciativas emprendedoras viene achacándose en Asturias primero a su dependencia de la gran empresa estatal y al peso en la economía de las transferencias (en forma de fondos de todo tipo). El entorno empresarial sin duda tiene que ver, pero también la falta de un enfoque decidido en la región por una formación que abunde en esa línea, desde la profesional hasta la universitaria; y esta última no puede estar en una burbuja, debe transferir innovación al cuerpo social que la sostiene.
10.10. El Proyecto - nuevo modelo territorial- necesita una financiación ad hocEs necesario hacer valer las diferencias de Asturias ante la modificación de la financiación autonómica y para optar a los fondos europeos de transición energética. Asturias ha sido eficaz en la captación de fondos europeos, aunque sus efectos hubiesen sido mucho mejores si se contase con un Proyecto regional. Mucho menos lo fue en la aplicación de los fondos de reconversión y en los fondos mineros. 
En fin, la sociedad asturiana está secuestrada, amedrentada y atenazada por el miedo, la incertidumbre y el escepticismo ante el presente y el futuro. Un Proyecto del Área Central y de Región Metropolitana es de interés colectivo, beneficia a todos los pilares que la sustentan. Hay que recuperar la confianza en las propias capacidades. Compartir un Proyecto para Asturias con la colaboración de todos los ciudadanos. Se necesita el liderazgo del Presidente  contando con la cooperación de la Junta, de los poderes locales, económicos, sindicales, sociales y políticos….¿Quid pro quo?
Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

09.- Asturias en Europa: entre el área de Oporto y el Gran Bilbao

Es el tiempo de las metrópolis. Sus áreas de influencia rebasan las fronteras de sus regiones e incluso de sus Estados, conformando los nodos de la estructura territorial y económica de Europa; por eso las metrópolis asturianas: AMCA y C-R deben buscar un lugar en esa estructura, actuando como un ente urbano para hace valer su posición.
Aunque el AMCA y/o la  Ciudad Región (C-R) son periféricas con respecto a la Megalópolis Europea (la “Banana Azul, entre el sur de Inglaterra y el norte de Italia) pero ocupa, sin embargo, una posición central en el Arco Atlántico, justo a mitad de camino entre Oporto y Burdeos si se sigue la “autopista” atlántica, y a medio camino entre Oporto y Bilbao, ejes de las principales metrópolis del noroeste ibérico. Se propone aquí incardinar las Áreas Metropolitanas Asturianas (central y regional) en la trama urbana europea respondiendo a los planteamientos estratégicos de la Unión Europea recogidos en “Ciudades del Mañana. Retos, visiones y caminos a seguir”.
9.1. La Europa de las metrópolis. Europa, y en mayor medida la Unión, es un espacio impulsado, fundamentalmente, por los conjuntos metropolitanos. Su máxima expresión es la “Banana Azul” o “Dorsal Europea”, franja que va de Mánchester a Turín y donde residen casi 80 millones de personas en 22 áreas metropolitanas. Fuera del pentágono con vértices en dos ciudades globales (París y Londres) y en Hamburgo, Múnich y Milán, otras áreas metropolitanas cobran relevancia europea: Madrid, Barcelona, Roma. Viena, Berlín, Copenhague, Estocolmo… Parece evidente por qué la Unión Europea ha considerado las áreas metropolitanas como una de sus piedras angulares; de hecho, desde la Estrategia Lisboa (2000), se consideran los centros de gravedad que deben responder a los desafíos que impone la mundialización.
9.2. Ser medianos o ser irrelevantes. Sería ingenuo tratar de compararse con las áreas señaladas en el punto anterior. Dentro de la clasificación habitual de áreas metropolitanas (grandes, más de 1.000.000 de habitantes; medianas, entre 500.000 y 1.000.000; pequeñas, entre 250.000 y 500.000) el AMCA y la C-R podrían entrar dentro de la categoría de mediana, lo que la situaría entre las 65 mayores aglomeraciones urbanas de la Unión Europea (sin contar el Brexit). Sin el AMCA y la Ciudad Región, Asturias sólo aparecería cerrando los listados con Gijón.
9.3. La anomalía del policentrismo. La mayor parte de las áreas metropolitanas responden a modelos con una ciudad central muy importante que da nombre y lidera a una serie de entidades periféricas (el modelo más frecuente es de anillos concéntricos) que asimilan usos “de satélite” como el de ciudad dormitorio, áreas industriales o logísticas, etc. Las áreas metropolitanas policéntricas (o multipolares, según otros autores) son más extrañas; prácticamente se reducen a Rin-Ruhr (Alemania), Liverpool-Manchester (Reino Unido) o algún sistema bipolar como Bruselas-Amberes (Bélgica) y Ámsterdam-Rotterdam (Países Bajos). Se trata de un sistema más complejo a efectos de gobernanza al no haber una relación de poder clara, como se puede apreciar en el propio AMCA ; por el contrario, permite mantener economías de escala suficientes sin tener que asumir los problemas propios de las mayores ciudades y facilitan la sostenibilidad urbana si cuentan con la organización adecuada.  
9.4. El Arco Atlántico: entre Oporto y Bilbao. Se supone que se trata de algo más que de un festival y que la Atlantic Arc Comision puede generar un espacio de relación relevante. Las mayores áreas urbanas del arco están en la Península Ibérica: Lisboa, Sevilla, Oporto y Bilbao. El AMCA está situada en una posición bastante central entre Oporto y Bilbao, con lo que implica de oportunidad para conformar con ellas un eje de alcance europeo, esto es, donde las áreas metropolitanas asturianas puede optar a las políticas europeas favorecedoras del policentrismo pero también a políticas de cooperación dentro de redes urbanas en las que sus miembros se retroalimentan.
9.5 La metrópoli diversa, cohesionada y atractiva. Aspectos como la integración o la cohesión presentan una aplicación más sencilla en áreas polinucleares como el AMCA y la C-R, pues el menor tamaño de las entidades limita la segregación social y espacial (sin guetos ni barrios exclusivos), facilita el acceso a los servicios esenciales de proximidad, permite conservar gestión local y combinarla con la metropolitana en los asuntos donde el desarrollo urbano ha desbordado los límites históricos, posibilita relaciones cotidianas más fluidas, reduce las fricciones de los movimientos pendulares trabajo-residencia-ocio…
9.6. La metrópoli verde y sana. El carácter polinuclear de las áreas metropolitanas asturianas hace innecesario para asegurar la calidad ambiental el recurso a costosas operaciones urbanísticas, como ocurre en las grandes urbes (cinturones de parques, eliminación o expulsión de usos indeseados, etc.). Incluso resulta favorable el poblamiento en medianas y pequeñas entidades, lo que hace que muchos desplazamientos no requieran de asistencia motorizada o esta sea muy escasa. Cuenta además con una red ferroviaria (aunque precisada de urgente modernización) con muy buenas condiciones para establecer un sistema de transporte efectivo y adecuado en plena etapa de transición energética (sólo en Gijón y Oviedo hay barrios a más de 1,5 km de su estación principal). Además, completan el panorama favorable una aceptable red de parques urbanos, así como espacios libres notables muy próximos a las urbes (Naranco, Deva, etc.).
9.7. Hacia una economía flexible e inclusiva. La especialización productiva se convierte en un riesgo cuando las industrias maduran, generando espacios abandonados (“activos ociosos”). La diversificación favorece a la larga la estabilidad y reduce los riesgos coyunturales; ahora la innovación tecnológica es el motor económico; en el AMCA y la C-R  se  cuenta con los espacios, pero faltan contenidos. También hay una buena base logística, de alcance europeo, si se aprovechan las potenciales rutas marítimas en el contexto del noroeste ibérico.
9.8. Una Europa urbana policéntrica con un desarrollo territorial equilibrado. Las publicaciones de la Unión Europea apuestan por un modelo como es el del AMCA y/o C-R a su escala; además, contrarresta la despoblación rural y mitiga la concentración urbana. Potenciar el AMCA y/o C-R es, pues, una obligación urgente e ineludible.
9.9. Hacia un modelo integral de desarrollo sostenible. Como los virus, la contaminación no entiende de fronteras. En los aspectos ambientales es imperativo contar con el AMCA y/o C-R para (como se propone en “Ciudades del Mañana”) “adoptar enfoques integrales de planificación y desarrollo que tengan en cuenta las dimensiones sociales, climáticas, ambientales, económicas y territoriales del desarrollo urbano”.
9.10. Sólo hay Proyecto Asturias dentro del Proyecto Europa. El AMCA en la C-R tiene casi todo aquello que valora la UE, pero a escala europea pasa desapercibida. Por ello es necesaria una acción coordinada y conjunta que permita estar en los circuitos internacionales sin perder esos rasgos que parece que el resto anhela. En Europa está la financiación, el mercado y el modelo donde mejor encajamos.
Y una reflexión final: no hay posibilidad de posicionarse en Europa sin una cohesión y un equilibrio territorial  interno suficiente para convertir las crecientes debilidades en desafíos positivos y el modelo territorial en una oportunidad para afrontar los retos ambiental, demográfico, económico, social y territorial. El Proyecto AsturiasPlan de Proyectos que se ha ido desgranando en estas últimas semanas contiene un centenar de propuestas, naturalmente discutibles y mejorables, que se ponen a disposición de la sociedad asturiana y especialmente de sus líderes, quienes tienen la obligación de impulsar la Asturias del siglo XXI sobre bases sólidas: sostenible, equilibrada económicamente, socialmente justa, como espacio óptimo para trabajar y para vivir.
Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

08.- Asturias en España: área metropolitana en un entorno de calidad

“Todo texto tiene su contexto”. La representatividad de Asturias frente al conjunto del Estado es mayor si se hace referencia al área metropolitana que si se interpreta en clave puramente regional o autonómica, con espacios urbanos que aún pueden contar con gran capacidad de acogida y que pueden ejercer de cabeza tractora del resto de la Comunidad. Es la mirada del Proyecto Asturias: Plan de Proyectos.
En España son más que consabidas las múltiples virtudes de Asturias: clima templado, gastronomía, proximidad mar y montaña, buena imagen de la marca paraíso natural. Quizás lo único que se pueda echar en falta para contar con una buena proyección sea una masa crítica suficiente que, como diría Galileo, “sin embargo, tenemos”:    
08.1. Mayor peso metropolitano que regional. Como región, Asturias supone poco más del 2% de España tanto en superficie como en población, lo que nos sitúa en un lugar discreto dentro del conjunto del Estado: décima Comunidad por superficie y decimocuarta en población sobre un total de diecisiete; más disimulado por provincias, trigésima en superficie y decimocuarta en población sobre un total de cincuenta). Pero desde una perspectiva metropolitana, el AMCA (en torno a 800.000 habitantes) es la séptima por población, con una representatividad del 3,7% si se consideran aglomeraciones urbanas de más de 500.000 habitantes. 
08.2. En primera línea o líder de una segunda. La séptima posición sobre las 51 aglomeraciones urbanas definidas por Ministerio de Fomento (si bien la mitad no deberían considerarse por contar con menos población que el concejo de Gijón) sitúa al Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en el “top ten” (diez primeros) de las áreas metropolitanas españolas; al tiempo que podría ser la primera de un segundo grupo, una vez descontadas las seis más relevantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao). Además, el AMCA se sitúa como la segunda mayor entidad metropolitana del noroccidente español, por detrás de Bilbao.
08.3. El cuadrante Noroeste. Y en el cuadrante Noroeste (Galicia, Principado de Asturias, Cantabria y Castilla y León) el AMCA es, de manera destacada, el mayor espacio urbano; y, además, ocupa una posición más central que las otras áreas urbanas del cuadrante (Vigo-Pontevedra, A Coruña, Santander y Valladolid), lo cual le confiere ventajas de situación. Siendo el cuadrante el ámbito más envejecido del país, cualquier estrategia estatal de recuperación demográfica y socioeconómica debería pasar por el Área Metropolitana Central de Asturias.
08.4. La relevancia del espacio interior. A diferencia de las demás conurbaciones citadas, la estructura polinuclear reticulada del AMCA presenta ventajas para amortiguar los efectos negativos de los continuos urbanos en diferentes aspectos: congestión de tráficos, polución, áreas preferentes o marginación de espacios, sobrecostes de equipamientos e infraestructuras, etc. Fundamentalmente, se mantienen las ventajas de ciudades medianas y pequeñas sin perder los principios de las economías de aglomeración. Sólo hay una situación análoga en Bahía de Cádiz-Jerez (640.000 habitantes); y por encima de 400.000 habitantes (la mitad del AMCA) sólo algunos “sistemas binarios” como Alicante-Elche, Vigo-Pontevedra o Gran Canaria-Telde. El cuidado de esos intersticios o espacios libres se convierte en un aspecto esencial para mantener las ventajas.
08.5. La capacidad logística e industrial. La cada vez menor “usanza industrial tradicional”, en gran medida como resultado de un nuevo mundo, no está reñida con mantener una gran capacidad de desarrollo en el sector, por la presencia aún de grandes y modernas empresas industriales, y por contar con dos enormes superficies pendientes de ocupar (Zalia y Bobes) que suman más de cinco millones de metros cuadrados brutos, así como diversos espacios productivos pendientes de desarrollo y otros “en reconversión”. Además, se cuenta con una capacidad logística importante, encabezada por dos puertos separados por menos de 25 millas, que previsiblemente tendrán una buena conexión ferroviaria con la Meseta cuando concluyan las obras de la Variante de Pajares.
08.6. Los suelos públicos urbanos para proyectos singulares. El volumen de terrenos urbanos, vacantes o a regenerar, de diversos entes, empresas y organismos de ámbito público o de la propia Administración, parece suficiente para anclar una estrategia más allá de la local e incluso de la regional. Pues a los citados en el punto anterior hay que añadir otros como los del antiguo HUCA y la Fábrica de Armas en Oviedo; el área de ampliación del Parque Científico y Tecnológico y el Solarón en Gijón; la Isla de la Innovación y las Baterías de Cok en Avilés; los activos ociosos de HUNOSA en las cuencas del Nalón y Caudal; con abundancia de suelos públicos en algunas de las mejores zonas urbanas de la región, más propio de metrópolis mayores. 
08.7. La diversidad de espacios. La disponibilidad de grandes espacios disponibles metropolitanos y en los concejos mayores evidencia que el AMCA ya no es un espacio de monocultivo minero-industrial y que puede y debe dar cabida a la diversificación y a la innovación; que, sin renunciar a las bases industriales heredadas, debe apostar por hacer valer las ventajas de situación movilizando los ámbitos disponibles con actividades complementarias entre sí, hacia un desarrollo más complejo y equilibrado.
08.8. La variedad del paisaje. El factor paisaje, no sólo en términos estéticos, sino también de calidad de vida, siempre ha sido un elemento destacado en Asturias y el propio AMCA. Una costa con una montaña muy próxima que cuenta con numerosos “miradores”, casi un tercio de espacios naturales protegidos, áreas urbanas y asentamientos rurales intercalados con prados y monte, gran diversidad de patrimonio cultural… Todo ello rompe con la mayor monotonía de otras regiones y, al igual que el ítem anterior, conlleva una considerable y excelente oferta.
08.9. El AMCA - en la Ciudad Región- como elemento tractor. La insistencia en el AMCA puede dejar cierta sensación de olvido en las zonas aparentemente excluidas. Al contrario: un área metropolitana dinámica tiene capacidad para desarrollar la Ciudad-Región (producciones agrarias de proximidad, espacio residencial y ocio, actividades productivas asociadas, equipamientos públicos, etc.). Y, desde luego, una oportunidad para el empleo cualificado que tiene que buscar acomodo fuera de la región pueda encontrarlo aquí, de manera que recuperada puesta en juego la masa crítica suficiente Asturias pueda convertirse de nuevo en receptora neta de inversión, actividad y empleo en un entorno de calidad, con una imagen del conjunto regional potente. De ahí el empleo del concepto de gran ciudad o región metropolitana.
08.10. El momento de la cooperación y el peligro de la desidia. Citándonos a nosotros mismos, “ni el mundo, ni Europa, ni España esperan por Asturias”. Aun siendo mucho menores, Vigo ya ha puesto en marcha su área metropolitana y A Coruña parece estar en proceso (AMAC). El Gran Bilbao, por su lado, lleva años operando. Es hora de encarar el futuro con una estrategia decidida.
En definitiva, no cabe quedarse al margen de la red europea de ciudades ni en la marginalidad entre las peninsulares. No cabe duda de la complejidad de gestión de una metrópoli polinuclear pero, dado que contar con varios centros y con múltiples espacios compartidos es una ventaja comparativa, aunar esfuerzos es una obligación, aunque solo sea por instinto de supervivencia. Las sinergias de la cooperación deben dejar atrás las inercias, la espera de remedios externos y la competencia esterilizante entre concejos. Es hora de convertir los retos en oportunidades y de recuperar para Asturias posiciones de cabeza, perdidas ya hace demasiadas décadas. Hay que creer que “juntos somas más fuertes” y obrar en consecuencia.

Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

07.- Asturias y la "ciudad región"

Asturias debe conformarse  como una región metropolitana. Las áreas metropolitanas constituyen actualmente los motores económicos de las regiones que más prosperan. También debe ser el caso de Asturias, siempre que se opere bajo una visión innovadora que conjugue acción y búsqueda de la cohesión y del equilibrio territorial en el conjunto de la región: el Proyecto Asturias; Plan de Proyectos
Asturias está conformada, a grandes rasgos, por el área metropolitana central y otros tres grandes ámbitos: occidente costero, occidente interior y oriente. Por eso el impulso de la “ciudad región” debe basarse en una geografía variable en función de los proyectos a desarrollar, sin perder de vista que cualquiera de ellos favorecerá siempre al conjunto. En las próximas líneas revisamos el papel motor que el área central puede ejercer, proponiendo una reflexión para la acción que vaya ampliando el foco, yendo desde una perspectiva global o continental al análisis nacional, regional y, finalmente, intra-metropolitano. 
07.1. El Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la realidad “glocal”. Vivimos en un mundo globalizado con una economía que está internacionalmente integrada. Pero los nodos que vertebran la integración del mundo globalizado son las grandes ciudades. Para estar dentro del mundo global hay que apoyarse en una realidad local fuerte que sea capaz de ser la plataforma desde la que se potencien y proyecten las potencialidades de cada territorio. El papel de los estados se diluye en un mundo donde las fronteras se desdibujan, pero, paradójicamente, las fuerzas endógenas generadas en los entornos locales son más importantes que nunca. 
07.2. Asturias existirá para Europa sólo si integra su espacio metropolitano central y regional. El presupuesto de la Unión Europea es menor al 1% de su PIB, lo que significa que opera con recursos muy escasos. Por eso es crucial acertar con las iniciativas y poner el acento en los proyectos que más impacto puedan tener. Por ejemplo, se ha decidido que en las grandes infraestructuras de conexión trans-europea sólo se unirán nodos urbanos de, al menos, medio millón de habitantes. Asimismo, en los proyectos se priorizarán aquellos que sirvan para integrar espacios metropolitanos o regiones urbanas cuyo desarrollo pueda tener significativos impactos en la productividad. 
07.3. Asturias en España: ¿somos centro o somos periferia? El carácter central o periférico de un territorio lo confiere, fundamentalmente, el volumen de economías de aglomeración que es capaz de generar. Dicho de otro modo, son centrales los territorios que contienen una gran ciudad y periféricos el resto. Ciertamente la posición respecto a los lugares donde se concentra más población y actividad económica es una dimensión adicional que se solapa al propio tamaño local, acentuándolo o atenuándolo. La posición de Asturias en el contexto de España o Europa no es óptima, aunque no estamos tan alejados de los espacios de desarrollo del país o el continente. 
07.4. El AMCA en el contexto del arco atlántico. Si nos centramos en el espacio en el que interactúa nuestra región de modo preferente, el arco atlántico, la localización de nuestra región pasa a ser potencialmente ideal. El área metropolitana asturiana ocupa una posición central entre Bilbao y el eje Coruña-Vigo. Y también con respecto al hinterland peninsular más alejado, entre Oporto y Madrid. Hacer valer ese potencial de centralidad ideal para desarrollar el papel de área logística natural del arco atlántico solo será posible si nuestra realidad local logra vertebrarse y ganar peso. 
07.5. El AMCA dentro de Asturias: la “ciudad región”. Asturias es fundamentalmente el área central. Más del 80% de la población y un porcentaje superior de la actividad económica se concentra en el triángulo de Oviedo, Gijón y Avilés o en su inmediata proximidad. Las alas oriental y occidental están cada vez más integradas con este espacio central. Hablar de Asturias es hablar de su espacio metropolitano central y de las interacciones de este con su periferia. Asturias es una clara ciudad-región
07.6. Asturias, un espacio integrado en torno al área central. Decir que Asturias es una ciudad-región significa entender que constituye una economía fuertemente interrelacionada en torno a un corazón urbano localizado en el centro. Una revisión de la estructura económica actual de las alas de Asturias muestra como han sufrido una increíble transformación. En el oriente la economía se ha volcado al turismo; en la costa occidental la industria logró mantenerse; en el suroccidente las actividades con más futuro estarían en sector agrario innovador. Pero las alas necesitan un centro fuerte y dinámico que las integre en una ciudad región fuerte.
07.7. Micro-metrópolis dentro del AMCA. El área central en una región metropolitana que aglutina otras micro-metrópolis. El eje Avilés-Castillón-Corvera y sus municipios colindantes forma un micro-área al noroeste. Oviedo-Siero-Llanera otro espacio micro-integrado en el centro. Las Cuencas hacen lo propio al sur y Gijón y su periferia en el nordeste. La contigüidad espacial entre ellas y su escasa dimensión por separado demandan más coordinación institucional y más planificación conjunta para posicionarse en el “mercado” global de las ciudades.
07.8. Las fortalezas de la diversidad del centro regional. Uno de los potenciales del área central metropolitana es su propia diversidad interna. Oviedo se ha especializado en servicios con futuro como las actividades bio-sanitarias, sector jurídico, conocimiento y cultura. Gijón transita desde la tradición industrial a una economía apoyada en los servicios tecnológicos y el turismo. Avilés y su entorno siguen siendo el corazón industrial de la región. Las cuencas cuentan con baldíos que han de convertirse en áreas de oportunidad para distribución y logística local en un espacio regenerado ambientalmente. Sobre la diversidad hay que fomentar el crecimiento y atractivo económico del área central, con especializaciones zonales. 
07.9. El impulso de proyectos con geografía variableVenimos insistiendo en la flexibilidad del Proyecto Asturias: Plan de Proyectos en cuanto al territorio objetivo, sobre la base de proyectos para la ciudadanía y los emprendedores, evitando las delimitaciones rígidas y las fronteras locales cuando constituyan un obstáculo y priorizando la cooperación entre los concejos afectados y la coordinación de las acciones entre los diferentes niveles político-administrativos.
07.10. En resumen, necesitamos generar nuestra propia centralidad. En un mundo donde las ciudades a partir de cierto tamaño son el motor económico actuar como una ciudad única supone para Asturias aparecer en el mapa global, ser actor relevante en el mapa europeo y generar su propia centralidad en el arco atlántico. El impulso del proyecto metropolitano integrará el área central (con especialización zonal y diversificación del conjunto), al tiempo que un centro fuerte es garantía de crecimiento para la periferia rural. 
Consecuentemente, se precisa una ciudad de un tamaño mínimo suficiente para maximizar conocimientos y generar dinámicas endógenas que den capacidad competitiva al territorio. La clave es comprender que si impulsamos nuestro propio tamaño potencial, el que existe si se logra integrar institucionalmente el Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA), podemos ser capaces de generar nuestra propia centralidad, siendo menos relevante nuestra posición. Por eso, las ciudades asturianas compitiendo por separado para la obtención de fondos europeos resultan muy poco atractivas en esta filosofía de búsqueda de proyectos de mayor impacto para asignar los recursos escasos. Por el contrario, el desarrollo del espacio metropolitano del centro de la región tiene el peso suficiente y representa el tipo de proyecto que es especialmente valioso para Europa. Si esto no ocurre pasaremos a ser la periferia de Bilbao o la ultra periferia de Coímbra. 

Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

06.- El área central de Asturias: metrópoli policéntrica

La realidad cambiante del territorio. La Asturias central, con una red densa de núcleos de población, de actividades y de flujos cotidianos, es singular por su policentrismo y dinamismo. Se ha ido conformando en el tiempo.  No hay una ciudad principal.  Y si no puede entenderse sin Oviedo tampoco puede desarrollarse sin contar con su comarca ni de espaladas a las limítrofes (Gijón, Avilés, Langreo y Mieres). La clave se encuentra en  la  innovación territorial: ámbitos, objetivos, estrategias,  proyectos y  gobernanza.
“Mejorar la descripción ya es proponer” (SOLA MORALES, 1981). Y a la inversa, en materia de territorio, en el acto de intervenir se relata qué territorio se quiere construir. Por eso el Proyecto AsturiasPlan de Proyectos para el Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la Ciudad Región (C-R) propone como base la gestión compartida entre las administraciones local, autonómica y estatal (con la europea de fondo). Y no propone, en cambio, una delimitación gráfica del AMCA, porque se trata de resolver problemas mediante proyectos, problemas que no se ajustan casi nunca a los límites administrativos, sino que interesan a diferentes ámbitos geográficos, sociales, económicos, etc. Tales ámbitos superan casi siempre los límites municipales e incluso los del área central, en torno a sus cinco centros (Avilés, Gijón, Langreo, Mieres y Oviedo) y sus áreas de influencia y colisión, áreas que según los “temas” incluyen también concejos rurales (más bien,  no urbanos). 
06.1. La transformación del centro de Asturias. El movimiento continuo,  de cada núcleo y los cambios cruzados en la relación entre ellos y sus entornos. El territorio en la zona central de Asturias estuvo (y está)  mayoritariamente acompañada por el desarrollo de actividades con cierta especialización comarcal: servicios de capitalidad, siderurgia, puertos, minería… y espacios intersticiales (centrales) en expectativa de cambio de uso. Especializaciones heredadas y complementariedades entre comarcas pueden guiar los proyectos, pero evitando reproducir desequilibrios.
06.2. Los cambios en las ciudades que lo componen. Cada núcleo tiene su dinámica.  A excepción de Oviedo, que ha mantenido una estructura de una cierta rigidez por las actividades ligadas a la capitalidad, el resto de poblaciones del área central ha estado excesivamente expuesto a los vaivenes de su especialización productiva, sin haber asentado todavía una nueva posición, quizás salvo en el caso de Gijón gracias a su mayor peso económico y diversidad funcional. Afrontar los cambios es un reto.
06.3. El potencial metropolitano como gran ciudad. Desde su masa crítica, su dinamismo y las relaciones cruzadas. Con la construcción de la “Y” (gran bulevar) hace casi medio siglo se funda de facto el área metropolitana (ya prevista como comarca en 1956 por el Ministerio de la Vivienda). Un área polarizada en torno a las cinco poblaciones mayores de la región (el denominado entonces “ocho asturiano“), con una cierta comarcalización institucional en torno a ellas, pero cada vez más próximas en tiempos de desplazamiento y con un basculamiento hacia Siero-Llanera del centro de gravedad regional. El potencial del policentrismo asturiano está en funcionar como un ente urbano con más de 500.000 habitantes.
06.4. La diversidad como apuesta. Se puede y debe mantener la diversidad como “fortaleza” y no como “debilidad”. Sin renunciar a las especializaciones productivas y singularidades heredadas en el centro regional, es preciso superar la competencia local entre ciudades (ni siquiera las mayores tienen una población significativa) y concejos. Tanto de cara a la ciudadanía (por ejemplo para los intensos flujos diarios) como hacia el exterior, hay que entender, proyectar y gestionar  todo el ámbito al que llamamos Área Metropolitana Central de Asturias como un espacio urbano único.
06.5. Oviedo, capital. Oviedo, como capital, es imprescindible para cualquier debate de diagnóstico, directrices  y ordenaciónY, esto, sin entrar a valorar que el concejo de la capital no firmase el Convenio (primer paso para conformar la Conferencia Metropolitana) en cuyo proceso de debate había participado. Su centralidad y función capitalina le permiten cierto grado de autonomía, como ocurrió con el retardo en la incorporación al Consorcio del Transporte, pero el área metropolitana con una población de más de medio millón de habitantes obliga a cooperar con el resto de los municipios y a participar en entes supramunicipales, so pena de interferir en los procesos de innovación territorial en detrimento de los propios ovetenses.
06.6. La Innovación en la gobernanza para los nuevos territorios. Cualquier proyecto de innovación repercutirá en el centro regional y en la ciudad-región. Se necesita un enfoque de conjunto sin el que será imposible afrontar los desequilibrios derivados de la crisis de la industria tradicional y los retos sobrevenidos (energético, demográfico…). Hay que facilitar la transición hacia una nueva estructura económica y es básico la cooperación institucional, de manera que se trabaje con una masa crítica suficiente para competir en el “mercado” de las ciudades y de las regiones.
06.7. La resolución de los problemas locales bajo una óptica metropolitana y regional. El efecto “deslizante” de los proyectosEl prolongado y persistente declive de Asturias, con algunas excepciones muy localizadas (comarcas de Oviedo y Avilés, Gijón, costa occidental,…), junto con una creciente dependencia del exterior, obligan a priorizar proyectos y acciones pensadas para la ciudadanía (un modesto millón de habitantes) y para el empresariado regional, optimizando las inversiones y los nuevos fondos de transición, reduciendo los costes burocráticos, cooperando en la gestión, etc.
06.8. Hacer de la necesidad virtud: el Proyecto Asturias. La necesidad de un proyecto regional que sirva de referencia obligada para la acción. En un mundo donde las ciudades a partir de cierto tamaño son el motor económico y generan las regiones que ganan, actuar como una ciudad única supone para Asturias posicionarse hacia el sexto puesto del escalafón de las españolas. Hay que convertir el aparente inconveniente del policentrismo en una ventaja: ciudades y villas cuya dimensión reducida garantice una mayor calidad de vida, espacios intersticiales para instalaciones productivas compatibles, para la agricultura de proximidad y…etc.
06.9. ¿Un nuevo modelo para el territorio? En la innovación  está la solución. Innovación territorial y nuevo modelo de gobernanza, las dos caras de un reto en el proceso de implementación de proyectos que rompan definitivamente con la tendencia declinante…Proyectos mayoritariamente transversales a la gestión ordinaria administrativa regional y local, facilitadores del emprendimiento y de la inversión (la regional en primer lugar), que den respuesta sencilla (que no simple) desde diferentes ámbitos competenciales a la complejidad de la situación del territorio Asturiano.
06.10. Sin participación no hay proyectos de alcance. Los ciudadanos en el centro del debate. Proyectos desde una realidad pilotada desde Asturias y menos dependiente de decisiones externas, en el marco de un proceso desbocado de cambio de modelo social, económico y productivo, tecnológico y de valores, con el conocimiento como el factor de producción más importante. Para garantizar la apuesta de futuro, la innovación territorial tiene que ser compartida en el mayor grado posible por los agentes territoriales: políticos, empresariales, sindicales, académicos, ciudadanos…
En definitiva, el Área Metropolitana Central de Asturias en la Ciudad Región, brinda la oportunidad de atender las nuevas demandas de la ciudadanía. No solo a nivel de información sino también de decisión. Con la finalidad de mejorar la eficiencia en la gestión pública,  afianzar el sistema democrático y, también,  de asegurar el progreso económico y social tan necesario para nuestro territorio. La gestión del policentrismo dinámico y cambiante, debe ser impulsado mediante la coordinación, cooperación y colaboración institucional; la gobernanza. Para todo y con todos. 

Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

05.- El horizonte 2030 y la nueva ciudad-territorio Asturias

Asturias y sus retos territoriales. La visión compartida de Asturias para los próximos diez (10) años, nos debe ayudar a plantear los fines alcanzables que respondan a los modelos  energéticos y ambientales, ó la sostenibilidad económica, demográfica y social, que coloquen a Asturias en la senda del cumplimiento de los diecisiete (17 ODS), Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU a través del territorio al servicio de la estrategia política. Debemos darle una vuelta a todo. Y, las nuevas generaciones, lo exigen como compromiso para el nuevo contrato social en el que estamos inmersos.
05.1. La planificación urbanística: urbana y territorial. Tenemos un modelo jurídico del suelo periclitado. España tiene dieciocho (18) legislaciones autonómicas en materia de urbanismo y ordenación del territorio, que confluyen en casi 90 Normas Urbanísticas y de ordenación territorial, (sectoriales u horizontales), entre Leyes y Reglamentos, y más de cinco mil trescientas treinta (5.330) Ordenanzas Municipales de Edificación (o construcción), dónde  Asturias, contribuye con su parte de exceso y rigidez regulatoria. Necesitamos simplificar nuestro ordenamiento jurídico, estatal y regional, que nos posibilite planificar de manera más ágil y flexible, acorde a los nuevos tiempos. Porque la  jerarquía de los planes no ha funcionado nunca, y menos ahora. Los planes deben ser de mínimos y acompañados de Proyectos Urbanos. Flash back y feed back. Es el caso, de lo que aquí presentamos,  el Proyecto Asturias: Plan de Proyectos.
05.2. El territorio resiliente. Cambiar de modelo productivo. Pasar de una lucha permanente contra la naturaleza a una adaptación a la misma. Esto es, flexibilizar nuestros entornos construidos al impacto de los efectos del cambio climático. Recuperar conceptos de optimización y adaptación al territorio y sus infraestructuras y la arquitectura vernácula, que integraba aspectos económicos, ambientales y sociales en su resultado, sumado a nuestro conocimiento actual y medios tecnológicos, puede dar altos rendimientos en la minimización de las causas del cambio climático, mediante la capacidad de autorregulación a los desastres.
05.3. La economía circular: Reducir-Reutilizar-Reciclar. Poner en marcha la Estrategia Española de Economía Circular. Esto permitiría una gestión más sostenible de la construcción, entre otros muchos campos, que consume muchos recursos y materias primas.  Industrializar y tecnificar la construcción en aras a la optimización de los recursos,  así como la gestión del ciclo de vida de los materiales utilizados, y aplicar la economía circular en su conjunto, son asignaturas pendientes para disminuir el consumo energético y descender a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero.
05.4. El invierno demográfico. Una nueva mirada al demografía. Lo que no evita que haya que intentar contener y atraer población, tanto al medio rural como al urbano, mediante la puesta en valor de nuestros recursos endógenos, los propios de nuestro medio rural, y la creación de empleo atractivo, facilitaría la re- población, siempre que vaya unido a dotar nuestro entorno construido del atractivo de una red de servicios (transporte, sanidad, escuelas…) y dotaciones complementarias (culturales, sociales…) para que los ciudadanos dispongan de una calidad de vida digna y suficiente. 
05.5. El territorio forma parte de la salud y bienestar. Un AMCA en una región metropolitana amigable. Hay que facilitar los recorridos, con baja presencia de transporte privado, y por tanto menos contaminación; espacios públicos y naturales, que favorezcan la socialización y repercuta en la salud mental de las personas; arquitectura amable que permita la relación vecinal; mezcla y complejidad de usos (residencial, comercial, productivo, ocio,…) que eviten más desplazamientos de los necesarios y faciliten la convivencia las 24 horas del día; entornos accesibles a todo tipo de personas, condición social, estado físico, edad y género; transporte público accesible y eficiente, etc, son medidas necesarias de implementar a escala de barrio en nuestras ciudades. La escala de la cotidianeidad.
05.6. El medio ambiente. Sin un ambiente sano no hay calidad de vidaEn el Área Central de Asturias (ACA) lideramos el ranking de zonas más contaminadas de España. Estén, o no, en el lugar adecuado las estaciones de medición, sea del tipo que sea la contaminación (partículas, CO2, azufre…) estemos, o no, dentro de los límites autorizados y sea cual sea su origen (transporte rodado, producción industrial, calefacciones de carbón…). Es urgente una gestión conjunta para poner en marcha medidas que puedan paliar, la falta de calidad del aire que respiramos a diario. Y la gobernanza del AMCA pasa por ser necesaria para encontrar una posible solución, así como sentar las bases de una economía neutra en emisiones.
05.7. Las energías renovables. El tiempo nos apremiaNuestro territorio, perforado como consecuencia de la minería,  al servicio de producción de energía limpia, contribuiría a la sostenibilidad ambiental, además de ser una fuente de ingresos y mantenimiento de la imagen del territorio: el paisaje. Producir energías renovables y utilizar materiales de bajo impacto ambiental, que minimice los residuos y se reciclen a través de su valorización y puesta en marcha de políticas de fomento de la Economía Circular debe ser nuestra hoja de ruta.
05.8. La Rehabilitación Regeneración, Renovación. Debemos aprovechar lo que tenemos; y, si es el caso, adaptémosloIntervenir en el parque de vivienda (como ejemplo de fábricas urbanas, más allá de las productivas y dotacionales), con criterios de enfoque integrado, que abarque a los barrios más desfavorecidos,  contribuiría a minimizar el consumo energético y la cohesión social. España cuenta con más de trece (13) millones de viviendas construidas con anterioridad a 1940, cuya calidad energética media es muy baja. Se rehabilita una media de 25.000 viv/año (Francia, una media de 400-500.000 viv/año). Si bien es cierto que Asturias lidera el ranking de CC.AA. con mayor rehabilitación, la realidad es que si se mantiene este ritmo tardaríamos ciento treinta y ocho (138) años en actualizar nuestro parque residencial con criterios de eficiencia energética, utilizando el territorio para energías renovables.
05.9. La “Innovación” como receta fundamental para conseguir los objetivos. Sin investigación e innovación no hay futuro.Fomentar la Investigación e Innovación en materia territorial, entre otras, aportaría productividad y competitividad en nuestro mercado laboral y actividad económica. Fomentar el establecimiento de una mayor transferencia de conocimiento entre la Academia y el mundo laboral, bien sea empresarial o profesional, junto con la colaboración público – privada en el modelo de co- participación  en la innovación como garantía de su  progreso y sostenibilidad.
05.10. La cooperación entre administraciones. Hace falta un proyecto político compartido. Se necesita de altura de miras y cooperación multinivel entre las distintas administraciones, (nacional, regional y local), para sacar adelante el Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA) en la Ciudad –Región (C-R), y poder cumplir a través de ella estos objetivos planteados.  De ahí la necesidad de una re-conceptualización de las políticas de cooperación entre administraciones a través de la implementación del AMCA, como espacio de alianza, cooperación e intercambio de experiencias. Movilizar conocimientos, capacidad tecnológica y recursos.
En definitiva y tomando como referencia, de manera transversal,  una de las grandes aportaciones de las teorías feministas: considerar la diversidad. Comprender que no tod@s somos iguales, sino al contrario. Som@s de una determinada raza, condición económico- social, religión, cultura, estado físico y salud, edad…y el género es quien cohesiona todo ello. Planificar nuestras ciudades y entornos construidos pensando en esta diversidad, hará nuestro habitat más amable e inclusivo, mas vivibles y por tanto con mayor calidad de vida para todas las personas. El horizonte está al vista:  2030.


Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)

04.- Los proyectos para conformar la ciudad del futuro en Asturias

Asturias no puede esperar. Necesitamos “miradas propositivas” para conformar la ciudad. Un replanteamiento en la coordinación de proyectos con la mirada en los objetivos antes que en el encaje competencial, presupuestario e incluso jurídico. Menos planes y más proyectos que respondan a necesidades concretas y arrojen resultados visibles. Proyectos con “ideas fuerza”, inversiones fijas y plazos ciertos.
Regeneración ambiental, cohesión social y equilibrio territorial son los objetivos estratégicos. Son transversales a las estructuras económicas y demográficas envejecidas, la ruptura del pacto social que supone la situación de la población joven, la emergencia climática, apuntalar los derechos ciudadanos de cuarta generación en el horizonte UE 2030 (¿Proyecto Asturias 2030?)… Requieren otra manera de interpretar la gestión pública y la forma de plantear las propuestas de los gobiernos e instituciones
04.1. El patrimonio natural y cultural. Hay que proteger lo imprescindible. Patente es la singularidad de Asturias por su medio natural y el prerrománico. Pero hay que  actualizar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORNA1994) bajo unas nuevas Directrices Regionales de Ordenación del Territorio (DROT1991). Una armadura donde encajar proyectos como “encrucijada” comercial y cultural (Vía de la Plata – Camino de Santiago), Patrimonio arqueológico, etnográfico, arquitectónico,  industrial,… Y un proyecto de gestión integrador de marcas y de elementos inconexos, con una agenda conjunta y procedimientos de acceso compartidos (redes, tarjeta única, paquetes interconectados…). Esta enumeración no deja de ser orientativa. 
04.2. Los espacios libres y el medio rural. Se impone un nuevo urbanismo: conformar la ciudad con los espacios libres. Lo agroalimentario se impone. No puede haber equilibrio demográfico (inseparable del económico y social) sin control de la difusión urbanizadora y sin mantener viva la trama de villas y pueblos. Parque Metropolitano Central compatible con producción agraria de proximidad; movilización productiva del rural extenso garantizando dotaciones y servicios accesibles en el resto de la región, con incentivos fiscales si acaso y el paraguas de la marca Asturias. 
04.3. Los campus universitarios. El saber ocupa lugar. Pero  hay prioridades: el Cristo y la Casona de San Francisco, en Oviedo; Viesques, en Gijón; Barredo en Mieres. La Universidad es ejemplo significativo de implantación metropolitana. Afecta directamente a la movilidad y la ordenación territorial: los campus especializados y complementarios deberían actuar como motores de innovación; pero la trama no está cerrada e incide en la gobernanza (competencia por las sedes, como sobre las judiciales). En todo caso, la Universidad ha de ser catalizador del cambio.
04.4. ZALIA y parques de la ciencia, tecnológicos e industriales.  El suelo productivo no debe dificultar  la calidad de ambiental y la transición energética. La ordenación metropolitana debe activar las conexiones internas, estatales e internacionales sobre la base de los puertos de Avilés y Gijón, las plataformas logísticas (ZALIA especialmente, 400 Has, una cuarta parte urbanizados), los parques tecnológicos y el ferrocarril. Todo ello bajo un prisma de futuro, amparado en la investigación y la innovación, para optar a fondos europeos de transición energética (entre otros)
05.5. Las comarcas mineras centrales. Es el territorio más necesitado, en todos los sentidos. Es prioritario.  El flanco débil del área metropolitana, en fase de reconversión demasiado prolongada, necesitado de una mirada de Cuenca-Territorio (Nalón más Caudal con Turón de rótula conexión) engarzada en el AMCA y  la Ciudad-Región. El proyecto para ellas debe articular la regeneración ambiental con nuevas actividades productivas aprovechando los “espacios vaciados” y los recursos no utilizados: aguas de mina, geotermia, vivienda… a precio de gestión, espacios industriales residuales (de largo amortizados) y sobrevenidos (así, Nitrastur y Lada) incorporados al patrimonio de suelo público… Viejos corsés limitadores de la calidad urbana liberados para la mejora ambiental y la radicación de actividades productivas innovadoras.
05.6. Las áreas de oportunidad en la capital. Áreas estratégicas  generadas por la capital. Oviedo, centro de gravedad del área metropolitana y de la Ciudad-Región, dispone de “áreas de oportunidad” materializables solo bajo una mirada central y regional y con un planteamiento complementario con los demás polos, sumando valores a los particulares de la capital (casco histórico, sedes administrativas, terrenos del antiguo HUCA, rondas y corredores verdes): el Bulevar de Santuyano y las fábricas del Gas y de la Vega son los ámbitos con más clara e insoslayable vocación metropolitana, evitando estériles competencias en la captación de nuevos usos y buscando, en cambio, consolidarlas como polos; el Naranco, Parque Metropolitano.
04.7. Los espacios estratégicos en Gijón. Proyectos estructurales y ambientales.  Solarón y su gran zona verde, el parque tecnológico y la politécnica, los centros de servicios de los antiguos astilleros, los lugares simbólicos (Rinconín), los barrios residenciales, los parques marítimos, los centros de servicios y empresas vinculadas a la innovación, los corredores verdes-peatonales norte-sur y este-oeste. Adquisición del entorno del Piles, área estratégica para el futuro del Gijón urbano. Regeneración ambiental de la Calzada. La vivienda unifamiliar en los mal llamados Núcleos Rurales, preservación y explotación del medio rural, cesando la dispersión de vivienda unifamiliar. 
04.8. Los lugares centrales en Avilés. El puerto y los espacios de su entorno. Las dos márgenes de la ría, las infraestructuras viarias y ferroviarias no solo con fines industriales (cercanías, aeropuerto, largo recorrido), el conjunto de los espacios libres y nodos… la Isla de la Innovación y las baterías de cok son una evidente oportunidad comarcal y metropolitana. El Plan Territorial Especial para el conjunto pasa por la transformación de los espacios amortizados en parques empresariales ligados a investigación e innovación, imbricados en infraestructuras que segreguen el transporte pesado del movimiento de personas y del conjunto histórico-patrimonial, favoreciendo la intermodalidad y la mejora ambiental, con el Niemeyer como elemento clave en Avilés y en la región metropolitana. 
04.9Asturias residencial y de servicios. La vivienda no es, hoy,  solo alojamiento.  Para contener la despoblación es preciso apoyarse en las áreas más dinámicas y sus entornos: la costa, las capitales de concejo y las cabeceras de los cuatro  conjuntos geográficos: metrópoli central policéntrica; oriente (Arriondas); occidente norte (Navia) y suroccidente (Cangas del Narcea). Las villas y núcleos requieren proyectos singulares que revaloricen las estructuras históricas que las singularizan, definiendo modelos de consolidación y revitalización; pero priorizando el crecimiento compacto frente a la difusión de vivienda y otras actividades que consumen espacio productivo agrario y recreativo, incrementan la movilidad, consumen recursos de todo tipo.
04.10. Las Infraestructuras y la accesibilidad. Es básico: miradas globales para intervenir localmente. Parece evidente que frente a los planes sectoriales parciales (carreteras del estado, del Principado de Asturias, de ferrocarriles, de redes municipales, etc.) hace falta un plan integral de infraestructuras sobre la base de proyectos para completar las redes y para su mantenimiento y gestión de uso (tarjetas unificadas, por ejemplo), teniendo como criterio  la accesibilidad de la ciudadanía y el transporte sostenible sobre la base de tiempos de espera con la frecuencia adecuada. 
No hay proyectos posibles sin gobernanza concertada y participación de la ciudadanía. El “Plan de Proyectos: Proyecto Asturias” emerge en la nueva realidad que supone el Área Metropolitana Central de Asturias en la Ciudad Regiónoportunidad para mejorar la eficiencia en la gestión pública y afianzar el sistema democrático, pero también para encontrar un nuevo camino de progreso económico y social tan necesario para nuestra Región Metropolitana: Gran Ciudad que nos permita avanzar.

Texto publicado en La Nueva España y elaborado por: Víctor García Oviedo (arquitecto), Benjamín Méndez García (historiador y geógrafo), Jesús Menéndez Fernández (arquitecto), Ramiro Lomba Monjardín (economista), Sonia Puente Landázuri (arquitecta) y Fernando Rubiera Morollón (economista)